Observamos que la sociedad actual se comporta incoherentemente con la juventud, y es precisamente esto lo que nos motiva a trabajar con gran entusiasmo y esperanza con y para los jóvenes.
Vivimos en una sociedad que aparentemente premia la juventud y penaliza la vejez pero, a la vez, vemos como crece la tasa de desempleo juvenil, como aumenta la población joven en riesgo de exclusión, como cada vez son más los jóvenes que caen en depresión o se suicidan, como aumenta en ellos y ellas una preocupante desafección política…
Creemos que, como fundación que promueve la ciudadanía global, tenemos que caminar junto a los jóvenes, escucharles, soñar y trabajar juntos. Es una obviedad que el futuro es suyo y no es menos evidente que gran parte del presente también.
Por todo esto, está germinando una ESCUELA DE LIDERAZGO POLÍTICO, que alternará procesos formales de iluminación-reflexión con experiencias en primera persona de contacto con la realidad (aprendizaje-servicio), otorgando además un papel predominante al acompañamiento, tanto personal como colectivo, de todos los participantes.
Queremos escuchar a los jóvenes. Queremos promover un liderazgo diferente al que predomina actualmente. Un liderazgo basado en el servicio, en la vocación y en lo comunitario.